Nos cuenta un joven:

Llevo varios años yendo a la iglesia y he notado que muchas personas cuando se congregan son más reservadas y “tímidas”, que en su vida cotidiana. Hay quienes llegan a la iglesia dispuestos y entusiasmados, no les importa cómo los perciben los demás, porque saben a lo que van: ¡Todo es por Jesús¡ Buscan adorarle y recibir lo que tiene para ellos.

Otras personas llegan al culto en una actitud completamente diferente, como si estuvieran en modo de piloto automático, alzan las manos, cantan y escuchan la predicación pero no retienen casi nada porque están sumidos en sus propias preocupaciones.

¿Ya sabes cuál tipo de creyente quieres ser?

Ok, nadie es perfecto, pero nuestra intención al asistir a un servicio debe ser estar completamente presentes, sin distracciones, entregándole nuestra total atención a Dios. Lo que quiero es que Dios me hable y me enseñe las cosas que debo cambiar o mejorar.

Hay excelentes razones para que nos congreguemos con esta actitud, aquí te comparto tres beneficios:

1. Ayudas a sacar lo mejor en otras personas
Cuando tienes plena confianza en Dios y la expresas en cada reunión, ello tiene un impacto tangible en los que están a tu alrededor. Cuando eres apasionado, cálido y amigable, haces que otros actúen igual e incluso ayudas a incrementar su fe. Si das lo mejor de ti para Dios, ayudas a otros a crecer y enriquecerse.

2. Obtienes más de la experiencia
Es increíble lo que una buena disposición puede alcanzar. Por ejemplo, si entregas toda tu atención al mensaje de Dios para ti, aprendes y retienes más. Es imposible que la palabra llegue al corazón si estás distraído o pensando en las cosas que pasan en tu vida. Cuando dispones tu mente, cuerpo y espíritu para estar con Él, puedes conectarte con lo que tiene preparado para ti.

3. Crea una plataforma para el cambio
Siendo honestos, cambiar es algo difícil para muchos de nosotros. Trabajar en nuestras debilidades y crecer en nuestra vida cristiana, no es posible sin un respaldo divino. Cuando decides abrirle tu corazón a Dios, creas la plataforma para que Él te enseñe, moldee y traiga una transformación real y duradera para tu vida.
Imagina que tu vida puede ser cambiada para siempre, simplemente escogiendo ser receptivo a lo que Dios tiene para ti en el servicio de la iglesia.

¿Podrías mejorar tu actitud al ir a la iglesia?

Ya sea el próximo fin de semana, en una campaña o servicio de oración; te quiero motivar a que dejes que Dios te use para bendecir a otros. Vé a las actividades programadas en tu congregación con el corazón abierto a lo que Él te quiere enseñar. Deja de lado lo que te distrae y permite que transforme tu vida.